ZONAS RESTRINGIDAS
La compra de un vehículo diésel o gasolina en 2024, especialmente aquellos con etiqueta C, puede representar un riesgo significativo. Este riesgo se intensifica con la implementación progresiva de las nuevas Zonas de Bajas Emisiones y el aumento de restricciones que afectarán, en orden de prioridad, a los vehículos más antiguos sin etiqueta, con etiqueta B y con etiqueta C. La adquisición de un automóvil que, como mínimo, cumpla con los requisitos para obtener la etiqueta ECO se ha vuelto una prioridad para muchos conductores. Esta opción es también la que hemos estado recomendando desde estas líneas.
Los vehículos eléctricos, por otro lado, continúan siendo costosos y se ven afectados por numerosas limitaciones, como la autonomía y la disponibilidad de puntos de recarga. En ningún caso recomendaríamos este tipo de vehículos a la mayoría de los conductores. No todos cuentan con la comodidad de tener un garaje para instalar un punto de recarga, y muchos tampoco disponen del presupuesto necesario para dar el salto al vehículo eléctrico.
En una situación como esta, ya hemos destacado por qué los coches híbridos son la verdadera alternativa al diésel y la gasolina, y los microhíbridos, muy probablemente, son la opción que mejor se adapta a la mayoría de los conductores. Estos vehículos cuentan con la etiqueta ECO, no son excesivamente costosos y, de hecho, sus precios suelen situarse en niveles similares a los de sus contrapartes diésel y gasolina.
Sin embargo, surge la pregunta de hasta cuándo perdurará la ventaja de los microhíbridos. ¿Llegará un momento en el que pierdan su etiqueta ECO?
¿La opción versátil es el microhíbrido?
Los microhíbridos se centran en mejorar la eficiencia del combustible al ofrecer asistencia eléctrica en momentos específicos, como arranques y aceleraciones suaves, pero no tienen la capacidad de funcionar exclusivamente con energía eléctrica durante largas distancias, como sí lo hacen los híbridos completos.
El resultado de la configuración de los microhíbridos es un mejor aprovechamiento de la energía, lo que se traduce en una pequeña mejora que contribuye a la disminución de los consumos de combustible y las emisiones. Sin embargo, la gran ventaja de los microhíbridos, sin duda, es su capacidad para obtener la etiqueta ECO.
En resumen, la combinación de precio asequible y una amplia oferta de modelos y mecánicas convierte a los microhíbridos en una opción atractiva para una variedad de consumidores con distintas preferencias y necesidades de conducción. Pero el incierto futuro de su etiqueta ECO también genera cierta inquietud a la hora de decantarse por esta opción no tan eco.
